Hicimos un taller de inspiración creativa. Todos los residentes tenían una lámina en blanco y podían plasmar o dibujar lo que ellos quisieran, sin consigna previa. Durante ese rato pudieron escuchar las grandes obras de la música clásica. Aprovechamos para hacerlo con pinturas, pinceles y acuarela, material que no se utilizada a diario.
Después de algunas dudas empezaron enseguida a hacer correr la imaginación y los pinceles no pararon de pintar.
Las obras de arte que salieron están expuestas en la recepción del centro, así podemos disfrutar de ellas cada día.