Como cada año el Carnaval nos ha sorprendido con sus risas y descontrol… un día nuestros calcetines eran diferentes, el otro teníamos que llevar algo en la cabeza, decoramos nuestra máscara… y nos hemos prometido a nosotros mismos que el año que viene haremos el baile (cancelado por las medidas de Covid19).
El Miércoles de Ceniza nuestros llorones, todos sentados, despidieron al Rey del Carnaval, que terminó quemado como marca la tradición.